Continuamos trabajando por nuestros Territorios de vida
En meses pasados compartíamos la feliz noticia de la declaración de cinco nuevos territorios de vida que abarcan alrededor de 200.000 hectáreas conservadas por comunidades indígenas de distintas etnias en la Amazonía colombiana.
Este hecho histórico para Colombia y el mundo corresponde a uno de los principales objetivos del proyecto Territorios de vida a través del cual dieciocho comunidades indígenas vienen trabajando, acompañados por el CEMI, en la protección, defensa y divulgación de los territorios de conservación comunitaria.
Los esfuerzos continúan y los coordinadores indígenas, junto con sus autoridades tradicionales, han trabajado en la recopilación de los requisitos para solicitar la inclusión de los Territorios de vida en el Registro Ticca internacional de ONU Medio Ambiente, la base de datos que visibiliza la conservación comunitaria en el ámbito mundial.
Mujer de la organización ASATRIZY durante las preparaciones de las ceremonias de reflexión para el registro internacional TICCA. ©CEMI | Fotografía por Timoteo Suárez.
De esta manera, también, se está aportando a las metas internacionales de conservación de la biodiversidad a la que se han comprometido los países, entre ellos Colombia, destacando los sistemas tradicionales de conocimiento y de gobernanza de las comunidades custodias para el manejo de estos territorios.
Al igual que la declaración, el registro de los Ticca responde a una decisión libre y consensuada a la que deben llegar las organizaciones de manera comunitaria, por lo que se han desarrollado talleres de capacitación y eventos para socializar los aprendizajes del último año y garantizar el consentimiento informado por parte de las comunidades.
Belarmino García, autoridad tradicional del resguardo El Itilla durante el taller de capacitación sobre Registro TICCA de ONU Medio Ambiente realizado en Cota, Cundinamarca. ©CEMI | Fotografía por Ana María Zuluaga.
Como parte del ejercicio de registro, las personas de las comunidades han participado en la recopilación de la documentación requerida, en la que se incluyen narraciones de origen y la historia de su vinculación con el territorio, fotografías, dibujos, mapas, planes de vida y reglamentos internos. Este ejercicio de recopilación ha servido para estrechar lazos entre mayores y jóvenes, fortalecer la identidad cultural y reafirmar la voluntad comunitaria de cuidado del territorio según principios y valores tradicionales.
Ruber Muchavisoy, autoridad tradicional del Cabildo indígena de la comunidad Inga Musuiuiai durante los recorridos de reconocimiento del territorio en Orito, Putumayo. ©CEMI | Fotografía por José Jarold Muchavisoy.
Paralelamente, las comunidades continúan trabajando con el CEMI en la formulación de una metodología intercultural para la realización de inventarios bioculturales de los recursos importantes para los calendarios tradicionales —ecológicos y ceremoniales— de cada organización. Los sabedores y autoridades tradicionales han participado desde la misma formulación del proyecto y orientarán también el desarrollo de los planes de manejo tradicional en los siguientes dos años para garantizar que sean pertinentes y culturalmente apropiados.
Cerramos así celebrando los avances en aras del registro de los Territorios de vida, y con las expectativas puestas en los procesos que inician en este nuevo año de trabajo.
Este proyecto es posible gracias al apoyo generoso del pueblo de Estados Unidos, a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El contenido de este sitio es responsabilidad del Centro de Estudios Médicos Interculturales y no necesariamente refleja el punto de vista de USAID o del gobierno de Estados Unidos.
